En 1988, la Junta de Recursos del Aire de California estableció que todos los autos debían tener un dispositivo OBD para controlar las emisiones. En 1996, se creó el OBDII, un sistema más estricto y obligatorio en los nuevos autos en EE. UU. Desde 2008, estos estándares incluyen nuevas definiciones globales.
La combustión interna, tanto en motores a gasolina como diésel, depende de la mezcla estequiométrica de aire (21% oxígeno) y combustible. La proporción ideal para gasolina es de 14.5 unidades de aire por 1 de gasolina, mientras que para diésel es 14.7 a 1. Una combustión equilibrada evita la emisión de contaminantes, pero las condiciones variables de conducción hacen que mantener esta mezcla ideal sea difícil, lo que puede resultar en emisiones de partículas contaminantes.
El hidrógeno es el elemento más ligero y abundante del universo, y al combinarse con otros elementos forma compuestos como el agua. Su producción puede provenir de fuentes renovables o fósiles. Un kilogramo de hidrógeno libera casi el triple de energía que la gasolina o el gas natural y solo emite vapor de agua.
Características del Hidrógeno:
- Velocidad de combustión: 5 a 6 veces más rápida que gasolina o diésel.
- Estequiometría: 34.3 unidades de aire por 1 de hidrógeno.
- Octanaje: 130.
Incorporar hidrógeno en motores de combustión interna mejora la eficiencia y reduce las emisiones. Sin embargo, su velocidad de combustión requiere ajustes en la ignición a altas RPM para evitar daños en el motor.
Una de las principales funciones del controlador universal de hidrogeno es el de mantener el óptimo equilibrio de las variables de conducción (Pedal del Acelerador, RPM, Velocidad, etc.) de tal forma que, sin perder la potencia del motor, permita; el ahorro del combustible, la disminución de elementos contaminantes y la seguridad del motor.
Alejandro Vega
Gerente General SBP Motors
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