Entrevista a Beatriz Reyero

¿Cuál fue su primera experiencia en Logística?

Mi primer contacto con la logística surgió cuando formaba parte del equipo de trabajo de una ingeniería. En la ejecución de proyectos siempre surgen problemas en el suministro de materiales que derivan en retrasos en la ejecución y por lo tanto en incumplimiento de plazos que aumentan los costes del proyecto. Este problema se incrementa cuando se trata de suministrar piezas especiales, que requieren un tratamiento diferente durante las operaciones de carga y descarga, transporte y almacenamiento. Para encontrar una solución en mis proyectos empecé a buscar información sobre acuerdos de servicio con proveedores, legislación especial y buenas prácticas de trabajo. Fue entonces cuando me di cuenta de que el mundo de la logística es verdaderamente grande y que no existe una solución estándar para cada problema. Posteriormente decidí, formarme en supply chain management and technology en La Salle Universidad Ramón Llull de Barcelona donde aprendí de las experiencias de grandes profesionales del sector logístico.

¿Qué es lo más complejo de gestionar en el área logística?

Desde mi punto de vista asegurar el flujo de información entre las diferentes áreas de la empresa es fundamental para alcanzar el éxito en la gestión de operaciones. Sería impensable una supply chain global, como en la que vivimos hoy, sin la ayuda de las nuevas tecnologías de la información cuyas innovaciones mejoran cada día la cadena de valor. Alcanzar el flujo de información total entre clientes y proveedores, mediante herramientas tecnológicas que permitan trabajar con el “dato único”, sin duplicidades en los diferentes departamentos que integran la cadena logística es uno de los mayores retos a los que se enfrenta la logística, si a esto se le añaden los millones de datos que la organización necesita para conseguir cumplir los plazos y satisfacer al cliente.

¿Cuál es el proyecto logístico del cual se siente más orgullosa?

Actualmente colaboro con La Nueva Ruta del Empleo, un proyecto que consta de un programa de radio y un periódico digital que tiene su mayor cobertura en España y en Latinoamérica, en el que tengo la oportunidad de aportar “mi granito de arena” al mundo de la logística mediante artículos de divulgación y programas formativos destinados a profesionales del sector. Es un proyecto nuevo, innovador, diferente y que está creciendo deprisa, integrado por un gran volumen de profesionales de diferentes especialidades y en diferentes áreas geográficas por lo que para él, la logística en sí mismo ya es un reto.

¿Qué importancia tienen para usted las personas en los equipos logísticos?

Si dijera que las personas en el equipo logístico son el 100%, quizás estaría exagerando, pero sin entrar en valoraciones en porcentajes afirmo que la integración de un buen equipo de trabajo en la logística es la parte más importante. El compromiso, el buen ambiente de trabajo, el apoyo, la responsabilidad individual y el espíritu de equipo, la mejora continua, la presencia de un buen líder que sepa organizar pero que sepa escuchar y alguna característica más que seguramente me estoy dejando en el tintero, no son una panacea, son una realidad en el éxito de todas las organizaciones.

Desde su perspectiva, ¿qué falta para que más mujeres se integren a trabajar al área logística?

Es una buena pregunta, porque desde mis inicios en la logística he podido conocer a grandes mujeres que aportan mucho valor añadido. Sin embargo es cierto que seguimos siendo minoría. Afortunadamente los clichés sociales están desapareciendo, pero no sólo en el sector logístico sino en todos los aspectos profesionales. Cada vez es más común ver a mujeres dirigiendo departamentos de operaciones y al mando de equipos de trabajo de tamaño considerable, lo cual es un orgullo personal. Hemos aprendido muy deprisa a ser líderes y estamos logrando que en las organizaciones no nos vean como mujeres sino como “el responsable de… el manager de…” Yo prefiero que nos vean por lo que desempeñamos y por lo que somos capaces de aportar, que es mucho, y no solamente por el género al que pertenecemos.