Nombre | Pablo Cortés Díaz |
Profesión | Ingeniero Civil Industrial en Minas |
País | Chile |
Dada su experiencia, ¿qué conoce de logística?
Afortunadamente he estado en varias empresas en la que la logística es integral, es decir, en que me ha tocado operar en cada etapa de la cadena de suministros.
He visto cómo algunos clientes no valoran la importancia de algunos eslabones de la cadena, menospreciándola respecto de sus propios procesos de producción. He visto también cómo se minimiza su importancia en empresas que mueven cargas masivas. También he visto cómo la logística “intermedia” (carga en estación de transferencia, tránsito de la carga por tren o camión y su descarga en destino), son muchas veces “ciegas” para el ente interesado en conocer el estado real de cada etapa.
Cómo ven, he visto que las empresas que mueven cargas masivas no cuentan con modelos de operación, tecnología para su seguimiento y/o un entrenamiento preciso sobre logística.
Por esto mismo me ha tocado implementar tecnologías de información para un seguimiento de la logística, inculcando la importancia de cumplir con las exigencias en las puntas (carga y descarga) de tal forma de asegurar el transporte en tiempo y forma hacia los destinos.
También me ha tocado incorporar el concepto de “programa” de la cadena de suministro que muchas veces es inexistente.
El programa se refiere a preparar una proyección del proceso en cada etapa, preparar los planes de contingencia, y hacer un seguimiento permanente del servicio para asegurar el nivel de servicio esperado por los clientes.
Tal vez he comentado cosas negativas sobre la logística en Chile, pero es una realidad que falta aún mas entrenamiento y conciencia logística para entregar servicios de excelencia para cada cliente.
Sin duda que la correcta aplicación y control de la logística ofrece la oportunidad de mejorar los procesos internos de las empresas que prestan el servicio, disminuyen los costos, aumentan la capacidad de captar nuevos servicios y/o clientes y más importante aún, entregan el servicio contratado por los clientes.
¿Qué importancia tiene para usted el cumplimiento de la Promesa de Entrega a los clientes?
La promesa de entrega al cliente, que se debe referir al servicio esperado y no necesariamente a la entrega de la carga, es lejos lo más importante dentro de las operaciones de cualquier empresa que entrega un servicio o producto.
El recepcionar en tiempo y forma lo requerido, ya sea un servicio o un producto, es lo que todos queremos.
Considerando que todos somos clientes alguna vez, la empatía, o ponerse en el lugar del cliente, es primordial para entender y entregar el servicio que éstos requieren.
Un cliente satisfecho provoca un clima muy favorable al interior de las empresas de servicio, por lo tanto, es un beneficio colateral que se debe considerar siempre.
Al final de cuentas, un cliente satisfecho en tiempo y forma, provoca no sólo la satisfacción del mismo cliente, sino que también la satisfacción de todo el equipo que intervino en la entrega del servicio.
¿Qué le gustaría conocer del área logística?
Lo que me gustaría conocer del área logística es el plan estratégico general del Estado, respecto de los desafíos que tiene el país.
Hoy vemos cómo se diseñan o idean grandes instalaciones para lugares de almacenamiento, recepción, descarga de barcos y otros, sin que sea visible la solución integral para el correcto transporte de la carga por tren o camión.
Esto es un elemento que a la vista no es considerado nunca a la hora de establecer sectores logísticos, edificios habitacionales, ampliaciones de puertos, nuevos proyectos de cargas masivas.
Hoy se utilizan al límite la carreteras y vías ferroviarias, y esto ocasiona todos los males y demoras que hoy tienen los integrantes de la cadena logística.
Un ejemplo claro es la construcción incesante y casi indiscriminada de edificios y nuevos sectores de casas, que no son acompañados de una solución vial que garantice la fluidez del tránsito y que ocasionas grandes trastornos y un malestar generalizado de la población.
Los diseños de los mega-puertos y grandes faenas mineras muchas veces consideran ampliaciones de vías y caminos, pero al interior de las instalaciones e ignoran la disponibilidad y capacidad de las vías que conectan hacia los destinos dando por sentado que la carga se podrá mover sin problemas.
Desde su posición actual, ¿cuál es la relación con el área logística?
Después de 20 años trabajando en logística, puertos y transporte de carga, hoy estoy comenzando con un emprendimiento independiente de apoyo en levantamiento de procesos, medición de brechas respecto de los compromisos y acompañamiento en la mejora de los procesos que finalmente encaminen a las empresas hacia la excelencia operacional.
Este apoyo es completamente logístico ya que hoy todas las operaciones de cualquier empresa contemplan logística en sus procesos, como servicio a entregar, como requerimiento para fabricar sus productos, como necesidad para el personal (comida, traslado), etc.
Considerando además que la infraestructura para el transporte rodoviario o ferroviario es común para muchos participantes de la cadena logística del país, es que una mirada externa y un apoyo en la revisión integral desde afuera es un apoyo necesario y vital para establecer cambios especialmente en el transporte.
¿Qué cree usted que falta en Chile para tener una logística desarrollada?
Tal como lo he mencionado anteriormente, el país necesita una mirada más amplia para los proyectos nuevos que se incorporan, y una revisión permanente del uso de todas las vías de transporte.
Es imposible avanzar a gran escala cuando el país cuenta con sólo una carretera que une el país, y con una única vía férrea desde la zona centro hasta Puerto Montt.
Hacia el norte no hay conexión de vías férreas, o por lo menos, no hay servicios de transporte de carga o pasajeros desde la Región Metropolitana al Norte.
Para los participantes de cualquier cadena de suministros, las políticas, proyectos, o levantamientos de infraestructura es completamente ajena, en el caso de existir, pero se debe incorporar necesariamente a la evaluación de cualquier nuevo proyecto que implique el transporte.
No se visualiza un plan de aumento de capacidades viales y ferroviarias y tampoco un fomento a la inversión privada para mejorar la logística de las cargas actuales y futuras.
La ley 19.300 sólo contempla la evaluación de emisión y su compensación, pero no se cargo de los posibles efectos viales que los proyectos pudieran ocasionar.
Por lo tanto, para desarrollar la logística en nuestro largo país, no sólo es necesario incentivar la inversión privada, sino que también considerar el apoyo necesario para que el movimiento de carga crezca armónicamente.