Nombre | Pablo Sebastián Ramírez |
Profesión | Especialista en Transporte y Distribución |
Cargo | Responsable del Departamento de Tráfico |
Empresa y País | Grupo Logístico Andreani, Planta Avellaneda – Argentina |
¿Cuál fue su primera experiencia en Logística?
Mi primer acercamiento con la logística fue en una empresa de Moto-mensajería, en ese momento me habían incorporado como operador de tráfico, siendo mi principal función asignar los pedidos de envíos o retiros de sobres/mercaderías a las distintas motos disponibles; mis experiencias anteriores habían sido siempre en el área de atención al cliente por lo que todo lo relacionado con la logística era un mundo nuevo para mí, pero fue amor a primera vista, desde ese momento supe que me quería dedicar a las cuestiones logísticas. Posteriormente me incorporé a uno de los operadores logísticos más importantes de Argentina y actualmente me desempeño como uno de los responsables de tráfico de su centro de distribución sur, asimismo realicé mi carrera universitaria sobre la materia y actualmente me desempeño también como docente en varios institutos privados de Argentina.
¿Qué es lo más complejo de gestionar en el área logística?
Los más complejo desde mi punto de vista es lo que llamaría gestionar “La Suma de Voluntades”, una vez que todas las voluntades de los diferentes equipos que trabajan en operaciones de producción, almacenamiento, distribución o logística integral se alinean, se comprometen a alcanzar los objetivos propuestos, lograr comprender el porqué se hacen las cosas y cuáles son los beneficios, no hay complejidad logística que no pueda resolverse, la clave estará en la gestión de los líderes para lograr justamente esa suma de voluntades.
¿Cuál es el proyecto logístico del cual se siente más orgulloso?
Podría mencionar dos: desde el punto de vista personal el proyecto logístico que más orgullo me da es la crianza de mi hijo Tobías (5 años), el proyectar su futuro e ir cumpliendo los objetivos propuestos es mi motor diario. Desde el punto de vista laboral fue la mejora de los indicadores de costos y productividad de un centro de distribución, esto implicó un arduo trabajo durante 15 meses, analizando procesos, proponiendo cambios operativos y de lay-out, trabajar en lo que mencionaba anteriormente sobre lograr “La suma de voluntades” fue lo más complejo, realizar capacitaciones al personal para nivelar los conocimientos, una vez que se logró una sinergia de toda la operación los resultados positivos comenzaron a aparecer y no han parado de mejorar desde entonces.
¿Qué importancia tienen para usted las personas en los equipos logísticos?
Si tuviera que medirlo en una escala del 1 al 10, tendría que decir sin dudas un 10. La logística debe ir acompañando e incluso tratar de estar un paso adelante identificando las necesidades del mercado, las tendencias de los consumidores, generando nuevos negocios y brindando soluciones apoyándose en el uso de las nuevas tecnologías. Para lograr esto es necesario tener equipos de alto rendimiento ¿Y que sería tener un equipo de alto rendimiento? Bueno, un grupo con capacidad de tomar decisiones, que conozcan los objetivos que se persiguen y como alcanzarlos; otras cualidades de los equipos de alto rendimiento es que deben ser flexibles a los cambios constantes, que puedan proponer mejoras ¿Cómo se logra esto? Con CAPACITACIÓN ¿Responsabilidad de quién? De quienes lideran las operaciones, ellos no solo deben ocuparse por alcanzar los objetivos propuestos de costos y productividad, sino que su principal tarea también es desarrollar a sus colaboradores para nivelar conocimientos y formar equipos de alto rendimiento. Aquí sucede algo que veo habitualmente y a lo que le llamo “Se lo comió la operación”: Cuando en lo único que se centra es en el cumplir con todos los objetivos de costos, operativos, se carga todo los indicadores al hombro y se lanza contra la operación como el Quijote contra los molinos de viento, seguramente algunas mejoras se producen, pero muy difícilmente después se sostienen en el tiempo, es decir, lo difícil no es llegar sino mantenerse y continuar evolucionando, no centrarse solo en el número sino en el cómo, no descuidando la capacitación del personal, formando a los futuros líderes.
¿Qué cree usted que falta en Argentina para tener una logística desarrollada?
En principio seguir por el camino de la capacitación y profesionalización del sector logístico, generando más ofertas académicas y difundiendo las actuales para continuar captando público; continuar trabajando para lograr un equilibrio en la matriz de transporte donde el transporte carretero realiza más del 90% de los movimientos de mercaderías a nivel país, dejando solo el 10% restante a los otros medios, transporte carretero que satura las rutas y realiza grandes trayectos que podrían ser realizados por ferrocarril por ejemplo, a costos infinitamente más bajos, menos contaminante para el medio ambiente, liberando rutas y disminuyendo la tasa de accidentes viales, un equilibro en la matriz de transporte es vital para lograr una logística sustentable para los próximos años.
En el año 2015 se patentaron 630,218 vehículos en Argentina que podríamos dividirlos en 3 categorías (Autos-Comerciales Livianos y Comerciales Pesados), teniendo en cuenta los modelos y marcas de los mismos, puestos en hilera uno tras otro ocupan una longitud de unos 2.721 kilómetros lineales, si año tras año se sigue volcando al mercado esa cantidad de vehículos el modelo actual de distribución logística no es sustentable, se van a continuar tapando las principales arterias de circulación hasta que el sistema quede completamente colapsado, esta es una de las grandes problemáticas a resolver pero que debe ir de la mano con la descentralización de las grandes urbes, como es el caso de la Ciudad de Buenos Aires donde se concentra el 39% de la población total del país, el camino a recorrer no es sencillo pero en necesario transitarlo.