Nombre | Paula Bunster Raby |
Profesión | Ingeniera Civil Industrial de la Universidad de Concepción |
Cargo | Gerenta |
Empresa y País | Bunster Consultores, Transporte y Logística, Chile y Uruguay |
¿Cuál fue su primera experiencia en Logística?
Mi primera experiencia en logística fue al ingresar a FEPASA (Ferrocarril del Pacífico S.A.), luego de haber trabajado en ARAUCO. Específicamente, en el desarrollo del transporte bimodal de celulosa desde Planta Constitución a los puertos de la octava región (Chile): Coronel, San Vicente y Lirquén.
Era el primer transporte bimodal de FEPASA, que combinaba camiones y tren. Los camiones trasladaban la celulosa, desde la Planta Celco, en Constitución, hasta la Estación San Javier, con una transferencia directa de la celulosa en esta estación desde camiones a carros de ferrocarril, y desde este punto, el traslado directo a los puertos en tren.
Fue todo un cambio a los paradigmas de la época; la celulosa dejaría de trasladarse 100% en camión a los puertos por un acuerdo con los transportistas; la trazabilidad del producto debía asegurarse, aunque los camiones y vagones no cargaban las mismas toneladas y había que cumplir con los embarques a tiempo, en una época que el tren no era tan confiable como ahora.
Fue un muy interesante desafío, donde tuve la suerte de contar con el apoyo y confianza de ex compañeros de trabajo de Arauco, los nuevos compañeros de FEPASA y valientes empresarios de la zona.
¿Qué es lo más complejo de gestionar en el área logística?
Creo que lo más complejo es lograr generar intereses comunes para los diferentes actores que participan en la cadena logística, que muchas veces tienen objetivos contrapuestos. Creo que es fundamental generar las confianzas para poder declarar los intereses de cada parte transparentemente y así poder acomodar las piezas en conjunto y lograr que todos los participantes puedan obtener beneficios. Si alguien resulta perjudicado en la cadena, finalmente el proyecto no resulta y todos pierden.
Hace unos años, trabajando en FEPASA, tuve la experiencia de trabajar en un proyecto ferroviario portuario, público y privado, que no recogió desde su inicio los intereses de todos los actores, lo que aumentó las desconfianzas entre los diferentes participantes y finalmente no permitió llegar a los acuerdos necesarios para concretar el proyecto.
En este último tiempo, como consultora, he podido estudiar el proyecto logístico ferroviario que está desarrollando Uruguay, para poder atender los requerimientos de una nueva planta de celulosa. A diferencia del ejemplo anterior, este proyecto se está desarrollando en un ambiente donde todos los actores públicos y privados están alineados con este objetivo común, lo que ha permitido el avance del proyecto de acuerdo a lo planificado.
¿Cuál es el proyecto logístico del cual se siente más orgullosa?
Difícil elegir uno, pero por lo complejos que fueron y los diferentes acuerdos que tuvimos que lograr, nombro los proyectos de Transporte Ferroviario de Cobre Metálico para Codelco Teniente y para Anglo American, desde Caletones y Chagres respectivamente, hasta San Antonio, Valparaíso y División Ventanas. En ambos casos, el cobre se estaba transportando en camiones y estos proyectos permitieron transportar el cobre en tren, hasta el día de hoy.
En el caso del Proyecto para Codelco implicó una alianza con una empresa de camiones, para el tramo Caletones – Rancagua, una transferencia y almacenaje en el Patio del Cobre en Rancagua y luego la coordinación de despachos hasta los tres destinos. Lo que incluyó los contratos de servicios asociados en cada destino.
Para el caso de Anglo American, el proyecto consideró en Planta Chagres, la recepción de cobre, desde la línea de moldeo del proceso productivo, hasta el despacho del cobre sobre carros de ferrocarril. En Valparaíso, implicó un convenio con EPSA para poder descargar el cobre, almacenar y luego despachar hasta costado de nave.
El otro proyecto que destaco, por el gran desafío, es el transporte de basura para las comunas del norte de Santiago, desde una Estación de Transferencia en Quilicura a un Relleno Sanitario en Montenegro, que implicó un atravieso bajo nivel de la ruta 5 Norte, para el acceso del ferrocarril hasta el relleno. Esto cambió el paradigma de que el ferrocarril solamente era aconsejable para distancias mayores a 200 km., abriendo posibilidades para transportes de menores distancias con grandes volúmenes de carga.
¿Qué importancia tienen para usted las personas en los equipos logísticos?
Creo que las personas son fundamentales en los procesos logísticos, creo que existiendo verdadera intención de hacer las cosas bien, en colaboración con los demás y con apertura a los cambios, se puede generar la coordinación y sincronización necesaria para que los proyectos se concreten y se generen nuevas oportunidades, con una búsqueda permanente de mejoras. Para esto es necesario convencer y persuadir a las personas con nuevos y permanentes desafíos.
Desde su perspectiva, ¿qué falta para que más mujeres se integren a trabajar al área logística?
Creo que hoy existen muchas mujeres que participan en la logística de nuestro país, en puertos, ferrocarriles, generadores de carga, operadores logísticos, navieras, organismos públicos, etc. Conozco muchísimas y todas muy buenas, pues creo que las mujeres tenemos una habilidad innata para la coordinación de múltiples variables al mismo tiempo, somos detallistas y fácilmente pensamos más allá de nuestro metro cuadrado, tenemos habilidades blandas para negociar, para convencer y persuadir para que los proyectos resulten.
Sin embargo, creo que hace falta mayor reconocimiento y equilibrar las oportunidades, así la logística podría ser un área más atractiva, generando interés a un mayor número de mujeres.