Muchas veces nos encontramos con personas en las empresas que tienen un perfil súper bajo, es decir, llegan temprano a su trabajo, hacen las tareas en forma responsable y ordenada, y se van a sus casas al final del día sin hacer ruido; sin embargo, también nos encontramos con aquellos que pareciera nacieron para trabajar en la TV y anduvieran preguntando ¿cuál es mi cámara? Lo cual no es ni bueno ni malo, sí y solo sí se tiene contenido, he ahí lo complicado.
La autoestima es muy buena ya que hace que los profesionales tengan esa confianza en sí mismos y salgan adelante a pesar de las adversidades, sin embargo, cuando esa autoestima pareciese ser “Yo-Yo” por lo general puede traer más de una complicación; son ese tipo de personas que trabajan buscando siempre la validación (lo cual no es malo), pero esa validación la buscan en sus Jefes, despreocupándose de lo que opinen sus equipos o subalternos, y ahí puede haber un problema, ya que el Liderazgo no se trata de puestos de trabajo o Gerencias de turno, se trata de guiar a los equipos con validación, lealtad y consecuencia, aquí es donde la autoestima exacerbada puede generar problemas.
Existe dos formas de liderazgo claramente marcadas en algunas personalidades, una es el Individualismo y otra el Personalismo; ambas pueden romper esquemas en una organización, ya que son distintas al común de los equipos, y si a eso le sumamos personas con una buena dosis de autoestima y por consiguiente seguridad, ambos se transforman en visibles.
Si evaluamos el individualismo de un líder seguro, tenemos mono-objetivos, el tratar de siempre escalar en las organizaciones (ojalá sin haber leído El Príncipe de Maquiavelo), orientados al logro de objetivos y al marketing que les asegure el ascender, comúnmente están orientados a los Jefes de los Jefes o a los dueños; sin embargo, aquí nos preguntamos ¿qué pasa con el equipo o los subalternos? Para este tipo de liderazgo son funcionales, sin mucho involucramiento y siempre tratando en forma pragmática de mantenerlos contentos, por lo general aplican inteligencia técnica producto de su seguridad profesional en imponer sus ideas ¿es bueno o malo? eso lo define el público.
Por otro lado tenemos al líder Personalista, en igualdad de condiciones técnicas profesionales con el Individualista; sin embargo, éste trata de hacer las cosas en forma muy distinta a como lo hacen el resto de sus pares, quizás de repente molesta a sus pares esa forma diferente, sin embargo, ese liderazgo personalista exitoso considera a sus equipos o subalternos, y basa su fuerza en base a objetivos y resultados, pero validados por sus equipos. El problema se presenta muchas veces con sus pares ya que la forma innovadora y muchas veces rupturista de este tipo de líderes puede generar inquietud en ellos, sin embargo, al ser exitoso sus Jefes –siempre pensando en los resultados-, en cierta manera apoyan guiando a este tipo de líderes.
La pregunta está abierta ¿qué opina el público? El individualismo es más común, y hasta aceptado, sin embargo, el personalismo es un pájaro raro muchas veces asociado al caudillismo problemático, pero como hemos dicho muchas veces, los tiempos han cambiado, y quizás hoy en día se necesitan muchos caudillos diversos, que permitan generar una discusión constructiva y hagan que las organizaciones avancen y no den vuelta en lo mismo, queda expuesta la inquietud.
Solo una pregunta ¿prefieren líderes validados o no por los equipos, en desmedro de estar o no validados por sus pares?
Rodrigo Rojas Toledo para deLogística.com
PD: Al momento de seleccionar creemos muy bueno pedir referencias a los equipos y subalternos, quizás las organizaciones se ahorrarían muchos problemas.
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